Trypanozoma Cruzzi
By Pseudomona
Hace meses
que venimos acumulando tubos de ensayo en un improvisado y hasta hace un tiempo
ficticio laboratorio, casi nos hemos aislado por completo en una quinta que nos
prestó el abuelo de Marcos, mi inseparable amigo y compañero desde que nos
cruzamos por primera vez hace, no sé, unos diez años, en aquella sala de
internación del Hospital Muñiz. Los dos nos instalamos en un galpón despoblado aquí,
casi en los confines de Garin, donde sólo llega el llamado tren blanco que no
tiene puertas, ventanas, ni asientos y para colmo tiene un color que es la
antítesis de su nombre insólito.
Hemos puesto
todo nuestro empeño y noches de insomnio frente al microscopio tratando de
desmenuzar la compleja estructura de aquel parásito que coloniza las vinchucas
y posteriormente éstas malditas inoculan en millones de personas diariamente.
Así pasamos
semanas y meses remitiéndonos a los cadáveres disecados de cientos y cientos de
vinchucas que habíamos recolectado en nuestras visitas a pueblos del norte
argentino que prácticamente están infestados, no sólo de vinchucas sino de
hambre, de miseria y condiciones pésimas de des-salud
(no quiero decir enfermedad, creo que así se entiende mejor, aunque el
diccionario lo niegue) y al final resulta estúpidamente corriente vivir al lado
de ésos oscuros insectos, que si bien alguien dijo son criaturas de Dios, son
la prueba viviente de que éste no existe.
La
investigación prometía demasiado, especialmente para un pobre iluso como yo que
se cruzó con ésta idea y no dejó de rumiarla desde la
facultad. Parasitología, segundo año cuando ingenuamente había preguntado en
una clase llena de estudiantes:
-
Pero
¿No hay un tratamiento para el Chagas precoz?
-
Si,
pero no suele administrarse, es muy caro.
-
¿Usted
alguna vez lo recetó?
-
No…
-
Entonces
¿Por qué no hacer una vacuna?
-
La
vacuna, mi querido alumno es: erradicar la pobreza.
Y
claramente mi viejo maestro tenía razón, quizás sea más fácil proveer al pueblo
de un trabajo decente, una vivienda como la gente, pero al parecer nada se
puede hacer en siglos y siglos, tan sólo la más irrisoria observación.
Una
vergüenza que mantiene escondida nuestra sociedad actual es que suele darle
importancia a ciertas enfermedades si y obviamente a otras no, especialmente a
las que sólo se observan desde afuera ¿Quién quiere acercarse?, nadie. Menos mal
que no sucedió lo mismo con una especie de gripe que como ustedes sabrán se registró
hace un par de años antes, y sólo bastaron un par de muertes, claro en el
primer mundo para poner en marcha una batería de laboratorios que en unas cuantas semanas habían encontrado velozmente la vacuna. No, no me malinterpreten, no
digo que esté mal, sólo me gustaría que también se quisiera invertir en
enfermedades más comunes, más nuestras, más latinas y en ésta misma reflexión
he encontrado mi respuesta: Latinoamérica.
¿Quién se
acuerda del Chagas? Bueno, pues los niños que se despiertan con un ojo hinchado del
tamaño de un limón, recuerdo del beso premonitorio de aquel maléfico insecto que
les depositado todo el veneno de su repugnante estómago y ése es el
comienzo de que después sufran de todas las complicaciones crónicas y que sólo
se van a enterar cuando ya nada pueda hacerse.
Imagínense
mi sueño, investigar el genoma del flagelado y por fin inmunizarlos a todos,
comenzando por los niños, en éstos momentos todavía me viene a la mente: un
futuro asegurado, porque los niños son el germen del mundo.
Bueno, como
pueden ver, no puede negarse que estoy muy emocionado, ya mi compañero ha
preparado nuestras primeras muestras en la camioneta, pues hoy vamos a
llevarlas para que puedan ser probadas in vitro en un laboratorio, siempre con
la ayuda del abuelo de Marcos, quien sabe con un poco más de inversión, muy
pronto se pueda lograr algo, ¿No? ¿Qué dicen ustedes?
Este es el
boletín de noticias de T5N, demoras en la Panamericana mano a capital, una
camioneta placa GUV 026 volcó un extraño contenido de, al parecer insumos
medicinales, se reportaron muertos sus únicos 2 ocupantes, se trata de dos
personas de sexo masculino entre treinta y cuarenta años de edad
aproximadamente. Personal de la federal y tránsito están trabajando en el
lugar. Ampliaremos.