Pseudomona
Una sombra
raquítica cruza muy rápido la vereda, va ligera a pesar de estar cargando un
gran bolso. El contraste que existe entre ambas figuras casi me hace reír, sino
fuera que de pronto me doy cuenta que soy yo, que tengo las piernas hechas unos
palitos de helado, he perdido la redondez de mis caderas y tan sólo el pelo me
ha crecido en el ir y venir de estos días que, pensándolo bien, son semanas y
hasta meses.
Cómo no voy
a estar flaca, pienso, si hasta me cuesta hacer memoria y después aceptar
que lo único que he comido ayer, si se puede llamar comida, fue el yogurt y el sanguchito que
casi me obligaron mis Kollegen en el pequeño receso de nuestra clase y ahora
que son casi son las 8 y 30, justo la hora que abre la embajada, siento el
estómago lleno, pero lleno de qué, no sé. Está vacío pero a la vez lleno.
Y mientras
voy subiendo la cuesta arriba de la calle Maure, que literalmente es una cuesta
arriba en mi vida, siento que debo parar con todo esto. Debo volver a ser una
persona normal, una chica normal, de aquellas que puedan comprarse un lindo
vestido o una coqueta cartera, quizás hasta unos zapatos y sólo eso les baste
para ser feliz. Olvidarse de que existen otras posibilidades de vivir, dejarse
convencer por lo que dicen las estadísticas, de que todo en el país está bien y
conformarse. Volver a ir al cine, a ver películas en inglés sin tener que sentirme
culpable y después encima no volver a leer los diarios otra vez.
Por un
rarísimo momento, que espero no volver a tener, quiero no tener estas ansias de
de mudarme a otra parte, de seguir adelante, de descubrir otros lugares. Simplemente
me conformo, me dejo estar. ¡Qué lindo se siente vivir en la ingenuidad y en el
mero conformismo! Aunque sea por sólo unos segundos, pues ya abre la embajada y
el guardia que siempre está encerrado en su escaparate de vidrio, no puede
evitar sonreír al verme y que menear la cabeza de lado al otro. Ni siquiera me
pregunta a dónde voy, simplemente me pide el celular al mismo tiempo que me
entrega un número con el rótulo: Visas.