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jueves, 27 de septiembre de 2012


¿Qué hay en el fondo del vaso?

By Pseudomona

Trató de concentrarse en el color ambarino que tenía su vaso de cerveza, trató de mirar bien en el fondo, como también hubiera querido mirar en el fondo de su corazón. Escuchó claramente, pero cuanto le hubiera gustado no haberlo escuchado; pero ahí estaba, sentada frente a él, que sin el menor reparo le decía que era de obsequiar flores, comprar regalos…y quien sabe muchas otras cosas más pero que simplemente no sabía que era lo que le pasaba con ella, era como si de pronto se hiciera todo más difícil, que sencillamente con ella no le salía, no le salían las cosas como con las otras chicas…y mientras más escuchaba prefería no escuchar y continuó mirando inmóvil en el abismo oscuro de sí misma.


lunes, 3 de septiembre de 2012


Ese señor, mi amigo

By Pseudomona

Llegué a la Gare de l´Est exactamente a las 9:55 de la mañana, un hermoso día soleado me recibió; a mí que tanto había imaginado éste encuentro. Tan pronto dejé el hotel me sumergí viajando en el largo gusano subterráneo rumbo a Le Père-Lachaise, mapa en mano, imposible perderme.

Nunca antes el corazón había latido tan fuerte que por un momento pensé que de verdad me iba a enfermar…

El lugar era tan grande o mi sentido de orientación tan pobre que a pesar del mapa no podía dar con él…mala decisión usar sandalias en un empedrado endemoniado como éste.

Dí vueltas y vueltas buscando el tan mentado número: 82 pero nada. Quizás se pueda pensar que soy un poco supersticiosa o es que él realmente me estaba esperando que comencé a escuchar el extraño cantar de un cuervo en pleno día de verano. Fuese así o no, sólo lo tuve que seguir el sonido y…allá estaba, cubierto de besos por todas partes; hasta habían puesto un pequeño cerco para que gente que lo amara tanto como yo no pudiera desahogarse por un momento, abrazarlo y regalarle su cariño en un beso…

Fue un encuentro especial con mi viejo amigo el Sr. Oscar Wilde y no hizo falta que le dijera lo mucho que había esperado éste momento, desde aquella vez que sus palabras me tocaron, una vez y para siempre.