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domingo, 23 de diciembre de 2012


Y…llega un beso

By Pseudomona



Llega corriendo, cansado y travieso
Sólo él sabe lo que ha pasado
Teniendo que cruzar el frío mar sin miedo
Rápido viene hacia el sur
Donde recién comienza el verano

Yo feliz lo recibo mientras lo acaricio
Y también descubro que se pueden abrazar
A los besos que vienen de lejos
Y a soñar de nuevo, que Estambul
Palpita en medio de mi pecho.




¿En qué país vivimos?

By Pseudomona

Ocho y cinco de la mañana en Vicente López y Montevideo, café Martínez. La puerta de vidrio no cede a pesar de que la empujo una y otra vez primero suave y después un poco más fuerte. Miro para adentro y una mujer vestida con una camisa blanca, pantalón caqui y delantal verde oscuro viene corriendo y me dice, que disculpe, que había dejado a propósito la puerta asegurada porque el policía que custodia la esquina aún no ha llegado y que en el local son todas mujeres y les da miedo…yo ingenuamente le pregunto, ¿No estamos acaso en Recoleta? Sí, pero ayer entraron a la fuerza en el local de al lado, a plena luz del día y todos los empleados fueron obligados a quedarse quietos y en silencio mientras se llevaban la recaudación y objetos de valor de los clientes…

Yo pensativa me siento en la mesita más chica ésa que queda al lado de la ventana, diario en mano, miro la primera página y me doy cuenta de qué está hablando la empleada del café. Con el 25 de diciembre próximo, ha comenzado una ola inusitada de asaltos en todo el país. Si bien esto es pan de cada día en la Argentina, ahora los saqueos parecen estar organizados. Grupos de 300 o 400 personas y el diario lo dice, especialmente adolescentes y mujeres con niños se paran frente a un supermercado, exigen que se les dé un bolso de comida, exigen, exigen y después entran por la fuerza, llevándose todo lo que encuentran a su paso. La policía no puede hacer nada, primero porque no hay suficientes, y segundo porque hay una orden superior de reprimir sin lastimar.
El descontento de la gente, la inflación, la pobreza, la angustia, el hambre se postulan como probables desencadenantes de ésta situación caótica y sin nombre. Pero por más que se piense, no se concibe la idea de entrar por la fuerza a tomar lo que no es tuyo, pero parece que la desesperación y mil des-razones pueden más. Primero fue en el sur, en Bariloche, después en Rosario, en Córdoba, en San Fernando, en Campana provincias de Buenos Aires y ahora puede ser en cualquier lugar.

Suena el timbre, la empleada nuevamente va en dirección a la puerta, buenos días, qué bueno que ha llegado, saluda al policía completamente vestido de azul, lo invita a pasar y ahora sí deja la puerta abierta. A mí, se me hace la piel de gallina, cuando el hombre se para en la esquina del local, abre un bolso negro y se viste con un grueso chaleco antibalas, lo hace despacio como para que quede bien asegurado.

Ocho y cuarenticinco, Vicente López y Callao, camino rumbo a mi casa. Un grupo de policías varones y mujeres, que sumando con ganas no llegan a veinte, reciben instrucciones mientras se alejan de a pares a lo largo de la avenida, y yo los sigo con la mirada, observando cómo se detienen en las puertas de los principales negocios de la zona. Todos llevan el sobrio uniforme azul, un arma reglamentaria, el chaleco antibalas y encima de todo un peto de color naranja furioso. Y la otrora hermosa avenida queda tristemente salpicada de puntos naranjas mientras el aire se respira apenas, está diferente…como en un toque de queda.



lunes, 10 de diciembre de 2012


Diciembre

By Pseudomona

La tarde, brisa cálida, se posa en mi cara
Cual mariposa cansada y viajante
Viene a mí para recordarme
Que aún estoy de pie, después de todo
Aunque el tiempo se ría de mí acostumbrado

Vienen también, livianas las olas
Posan sus lenguas interminables
Y lamen despacito el cuerpo de las rocas
Imagino que a ellas también les duele un poco
La sal en sus heridas inertes

El índigo cielo ligero
Extiende sus brazos desnudos de nubes
Y contento juega con mi pelo,
Yo sigo mirando más allá del tiempo
Donde yo también…me pierdo.


domingo, 2 de diciembre de 2012


He vuelto

By Pseudomona

Son casi las 14 horas de un soleado día de primavera en Buenos Aires. Camino bajo el sol en la espaciosa avenida del Libertador, llevo ésta vez un sombrero de ala ancha y anteojos de sol, infaltable la música electrónica en la radio, un libro bajo el brazo y conservo el paso tranquilo pero seguro.
Jardines florecientes se alzan a ambos lados de la avenida, aquí la vida parece no tener ningún aprieto, no sabe de problemas, no se quiere mudar a ningún lado, sólo sonríe.

Levanto mi mano derecha y saludo al paso veloz del autobús amarillo lleno de turistas, y también algunos de ellos me responden con un movimiento de manos, lo que me recuerda a mí cuando estaba de viaje. Lo cual me recuerda, digo y mi repito, sólo me recuerda, porque he vuelto de nuevo al lugar, a un lugar en el que vivo hace ya varios años, pero que tampoco es el mío.
Después de un largo rato caminando, veo que nada ha cambiado en éstos noventa días que estuve afuera, todo sigue tal cual lo he dejado. Casi automáticamente doblo en Ortiz de Ocampo en dirección hacia Figueroa Alcorta porque es sábado y hora del almuerzo.

El museo Malba se levanta arrogante justo a la derecha y como es costumbre esta temporada está repleto de turistas que deseosos de conocer la cultura latinoamericana visitan sus lujosas instalaciones, sin saber que más bien convendría viajar un poco más y palpar la realidad en la que viven los pueblos olvidados bien al Norte, ésos pueblos llenos de pobreza de los que yo también escapé. Esos, que me traen recuerdos que yo no quiero recordar…

Entro al limpísimo lugar y enseguida me dirijo al sanitario, porque antes de almorzar estaría bueno lavarse las manos ¿No?

En el toilette de damas me parece escuchar algo familiar como: Oder? Schön?...son dos mujeres que están conversando mientras se lavan las manos y yo de inmediato recuerdo que estoy en Argentina donde se acostumbra hablar, molestar a cuanto ser camine por delante y romper todo protocolo es regla, por eso despreocupada pregunto a la señora que está más cerca de mí:

-          Sprechen Sie Deutsch?
-          Ja…me responde extrañada y sobre todo desconfiada.
-          Letzte Montag bin ich von Mannheim angekommen…digo como si la conociera de hace mucho tiempo, la mujer me mira y pregunta:
-          Wohnen Sie jetzt in Buenos Aires?
-          Ja, ich wohne hier, aber ich möchte in Deutschland leben...la mujer ahora se ríe y yo no sé si es por mi acento o porque cree que yo no puedo vivir en un país como Alemania.
-          Aber…dice, haciendo una señal sobre su cara, como indicándome que no cree que hubiera nacido aquí en Buenos Aires.
-          Ah nein, ich wurde in Bolivien geboren, le digo rápidamente.
-          Ah, ich dachte vielleicht in...
-          Asien?...nein in Bolivien, digo yo terminando de secarme las manos. Ich freue dich ein schön Urlaub hier…
-          Ich wünschte Ihnen...me corrige.
-          Danke gracias, pienso y rectifico muy segura: Ich wünschte Ihnen ein schön Urlaub in Buenos Aires.
-          Vielen dank, me responde cortés y se me queda mirando sonriente.
-          Auf wiedersehen, me despido y salgo, mientras pienso fuertemente: Yo voy a volver y vivir en Alemania, carajo!

Me dirijo ahora al restaurante, hay una larga fila que espera entrar…había olvidado que los fines de semana esto suele pasar. Pero yo igual me adelanto hasta donde está el guardia de seguridad, éste en seguida me abre paso y familiarmente me sonríe, aunque no puede hablar.
Ya adentro, me dirijo a la mesa de siempre, que tiene un papelito doblado y dice seriamente: RESERVADO. Llego y me siento, porque es mi mesa y desde hace tiempo. Extrañados los dos mozos rápidamente se acercan y preguntan:
-          ¡Cuanto tiempo! ¿Estuviste enferma? Me dice Sebastian preocupado.
-          ¡Seguro viajaste! Argumenta Leonardo.
-          Si, estuve afuera…pero he vuelto, digo yo, si querer explicar nada.

La primera señora de la fila se queja y exige que la dejen pasar, el Mâitre le explica que soy una clienta regular y que tengo la mesa reservada.

Yo, rompiendo el elegante y constipado ambiente del restaurante pongo mi celular y después mi libro sobre el blanquísimo mantel, mientras Sebastian me cambia la copa de vino:

-          Te traigo ésta que tiene la boca más ancha y es más grande…la mala noticia es que Catena Zapata Chardonnay, ya no tenemos más por copa, sólo por botella…
-          ¿Y eso? Pregunto
-          No sé, cosas del restaurante…pero Casa Séptima no está mal…
-          Bueno, la pruebo, ¿Dale?
-          Dale, seguro quieres lo de siempre ¿No?
-          Si. Lo cual significa: salmón rosado ahumado, colchón de hierbas variadas, chucrut, tomatitos cherry, queso crema y panecillos…¡Ricos panecillos!
-          Leonardo viene rápido y me dice: mirá que el vino Catena Zapata Chardonnay, por ser vos, hay por copa y me regala una linda sonrisa.
-          Qué bueno, entonces Catena Zapata digo.

Y entre Sebastian y Leonardo, enseguida me sirven el agua, el vino, el salmón…y aunque todo es como antes…yo no dejo de pensar en el Currywurst servido en un platillo de papel y comido en la vereda de un lugar cualquiera en Berlín, viendo cómo pasa la gente o el caliente y embriagador Glühwein en Konstablerwache en una mañana de frío en Frankfurt. ¡Maldita sea! Miro a mi alrededor, este lugar ya no es el mío.

Debo volver, y se me carga el pecho de tristeza, debo volver a mi hogar…




jueves, 8 de noviembre de 2012


Un martes, cerca de las cinco

By Pseudomona

De todas las ciudades
De todas las estaciones de trenes
De todos los andenes
Una tarde de noviembre
Yo te vengo a encontrar

De todos los días
De todas las horas
Un tren que vino demorado
Y otro que cambió de rumbo
Nos volvió a juntar

Pero,
¿Qué le has hecho a aquel hombre tan dulce?
Quisiera preguntarte
¿Dónde está?
Sólo puedo mirarte, no hablar

Que llevo los mismos aretes, dices
Si, me doy cuenta…
Sigo viviendo cruzando el mar
En el verano de Buenos Aires
Que tú ya no recuerdas.



jueves, 18 de octubre de 2012


ICE 616, Wagen 29, Platz 32

By Pseudomona

Las nubes bajan y se posan en las copas de los árboles, parecen algodones de azúcar que endulzan las hojas más tiernas, aquellas que alargan sus cuerpecitos en su mejor esfuerzo por acercarse al sol.
Súbitamente un túnel, la obscuridad, la nada sólo el paso veloz del tren hacia el norte y casi en cuestión de segundos el sol pega fuerte por la ventana, arrancándote un pequeño estallido de alegría porque a la izquierda yace un pueblo de casitas blancas con techos de color naranja tostado sobre los cuales pareciera que alguien estuviera fumando.
De nuevo el fausto pasa a la obscuridad y después al verde pino de los árboles que a su vez son bosques de colores gastados, casi rojizos; algunos cambiantes destilando ríos de miel que seguro termina en el sur, donde quedaron aquellos ojos en medio del verano, que ya se ha ido y quizás por eso ahora ellos ya no te quieren mirar.

Quisieras sacar tu cámara para retratar instantáneas en milésimas de segundos pero no hay tiempo, el tren va tan rápido que es inútil intentar seguirle el paso.


jueves, 27 de septiembre de 2012


¿Qué hay en el fondo del vaso?

By Pseudomona

Trató de concentrarse en el color ambarino que tenía su vaso de cerveza, trató de mirar bien en el fondo, como también hubiera querido mirar en el fondo de su corazón. Escuchó claramente, pero cuanto le hubiera gustado no haberlo escuchado; pero ahí estaba, sentada frente a él, que sin el menor reparo le decía que era de obsequiar flores, comprar regalos…y quien sabe muchas otras cosas más pero que simplemente no sabía que era lo que le pasaba con ella, era como si de pronto se hiciera todo más difícil, que sencillamente con ella no le salía, no le salían las cosas como con las otras chicas…y mientras más escuchaba prefería no escuchar y continuó mirando inmóvil en el abismo oscuro de sí misma.


lunes, 3 de septiembre de 2012


Ese señor, mi amigo

By Pseudomona

Llegué a la Gare de l´Est exactamente a las 9:55 de la mañana, un hermoso día soleado me recibió; a mí que tanto había imaginado éste encuentro. Tan pronto dejé el hotel me sumergí viajando en el largo gusano subterráneo rumbo a Le Père-Lachaise, mapa en mano, imposible perderme.

Nunca antes el corazón había latido tan fuerte que por un momento pensé que de verdad me iba a enfermar…

El lugar era tan grande o mi sentido de orientación tan pobre que a pesar del mapa no podía dar con él…mala decisión usar sandalias en un empedrado endemoniado como éste.

Dí vueltas y vueltas buscando el tan mentado número: 82 pero nada. Quizás se pueda pensar que soy un poco supersticiosa o es que él realmente me estaba esperando que comencé a escuchar el extraño cantar de un cuervo en pleno día de verano. Fuese así o no, sólo lo tuve que seguir el sonido y…allá estaba, cubierto de besos por todas partes; hasta habían puesto un pequeño cerco para que gente que lo amara tanto como yo no pudiera desahogarse por un momento, abrazarlo y regalarle su cariño en un beso…

Fue un encuentro especial con mi viejo amigo el Sr. Oscar Wilde y no hizo falta que le dijera lo mucho que había esperado éste momento, desde aquella vez que sus palabras me tocaron, una vez y para siempre.


domingo, 19 de agosto de 2012



Hojita de Otoño
By Pseudomona

Casi te pareces a un ave inmigrante
Llevas el rastro del sol en tus cortas alas
Libertad de volar que también yo quisiera
De un lugar al otro rumbo a las estrellas
O viajar incansable por toda la tierra

Llévame contigo hojita de otoño
Iré feliz sentada en tu lomo
Alzaremos vuelo sutil compañera
Prometo contarte historias de invento
Sueños de aurora comida del alma

Dile un dulce adiós al jardín cansado
Es bien sabido que todo en la vida
Comienza el día en que uno crece
Y valiente decide marcharse
A tejer fantasías en otros parajes

Apúrate hojita ya casi es la hora
Partiremos de noche con viento a favor
Para que no duela volar sobre Recoleta
Ni el reloj de la iglesia nos vea llorar
Al dejar nuestra gran avenida Las Heras.

miércoles, 18 de julio de 2012


Sobre las palabras

By Pseudomona

Recordar exactamente
Lo que nos dicen las palabras
Y vivir aferrados a ellas
Puede no resultar saludable
Porque su significado
Depende del momento
En que hayan sido dichas.

No es que con el tiempo
Cambien las palabras
Sino lo que cambian
Son las circunstancias
Que les dan definitivamente
Otra interpretación.

martes, 17 de julio de 2012


En la enorme telaraña

By Pseudomona


Letras que se apretujan para caber en diez líneas milimétricas de un mensaje virtual, que es igual de verdadero que cualquier otro manuscrito. ¡Sólo que no puedo ver tu hermosa letra! 
Lejos quedó el verano pero todavía nos acercamos de ésta manera, aunque tengamos un gran océano azul de por medio, además de montañas, larguísimos ríos, un gran bosque negro…mucha distancia real, pero están los recuerdos de ésos breves momentos difíciles de olvidar…por alguna inexplicable razón que capaz es mejor no pensar.
Dormir en las noches preguntándome qué estarás haciendo, pensarlo tanto una y otra vez, que no sé si por eso o por qué ¡Oh! Al despertar encontrarme con una cartita que viene contenta navegando en la red.

Felices sorpresas de la diferencia horaria :)

Letra tras letra te hablo
Te cuento de mis días
Las cosas que van pasando
Para que también vos
Puedas decirme
¡Que tal! ¿Cómo van los planes?
Ahora que Agosto está
A la vuelta de la esquina
Y Paris en verano espera
¿Más hermosa? ¡Nunca!


lunes, 16 de julio de 2012


Y te tocará vivir

By Pseudomona

El otro día por la mañana, al escuchar las palabras sabias de una anciana que hace tiempo no visitaba, me sacudió un poco la realidad vista desde otra perspectiva, desde la de una mujer de otra edad, que ya amó tanto como vivió:

Alguna vez tendrás que sentir
Que amas más que el otro
Y nada podrás hacer
A pesar de esforzarte,
Otras sentirás que te amarán más,
Y serás muy feliz mientra dure
Otras seguro que van dejarte
O vos te verás obligada a abandonar,
Así de nuevo recomenzar,
Equivocarte, acertar
Y de nuevo volver a amar,
Hasta que de tanto intentar e intentar
Un día llegará el hombre
Con el que de pronto todo fluya,
Nada se piense y entonces vos sabrás:
Es este…finalmente.
Y ese será.


sábado, 14 de julio de 2012


Labio leporino
(Primera Parte)
By Pseudomona

Aquel día había comenzado como otros tantos, la costumbre de no tomar el desayuno estaba instaurada tan sólo por la rebeldía de no hacer lo que estaba estipulado, lo que todo el mundo hace. Comer debería ser algo antes que necesario, placentero requisito que no se cumple apenas levantado. Claro que eso no se lo recomiendo a mis pacientes. Revisé rápidamente mi maletín, para comprobar que nada faltara, tensiómetro, estetoscopio, bajalenguas, sacudí fuertemente el otoscopio sólo para comprobar que funcionara correctamente, guantes, termómetro, recetarios, sello.  Como siempre puse especial atención a mi pequeño sobre de medicamentos, donde guardo sólo los más útiles: antibióticos, calmantes, mi infaltable ampolla de adrenalina. Cargué mi pesado maletín sobre mi dolorido y ya acostumbrado hombro y salí.
Era una mañana de jueves, como era habitual me tocaba recorrer el barrio de Almagro, lindo barrio, esto me saca de la rutina del hospital, me deja respirar un poco, aparte puedo pasear mientras hago mi trabajo, no tengo que manejar, simplemente ir de casa en casa caminando, cuando más, tomar un taxi. Me gusta particularmente detenerme, entre visita y visita, en los puestos de libros usados, siempre me doy con alguno que estaba buscando.

Su cuerpo se sacudía violentamente, estaba todo traspirado, mojado, se aferraba fuertemente con ambas manos a la gruesa colcha que lo cubría. Sus ojos pedían a gritos que el dolor pasara, que los temblores se fueran, pero éstos arremetían con mayor ímpetu haciendo todos sus músculos se contrajesen hasta arrancarle su imparable gemido una y otra vez.

-          Yo, ya no puedo verlo así, haz algo, ya van dos días y la fiebre no le baja, creo que está empeorando, mirale la pierna. Dijo asustada la mujer, mientras se agarraba la cabeza.
-          Ya te dije que no puedo hacer nada, si lo llevamos al hospital se darán cuenta, no podemos, vos sabes que lo están buscando. Decía el hombre alto y robusto, que tenía una extraña cicatriz en el labio superior. No pienso entregar a mi hijo.
-          Pero algo hay que hacer Pablo, yo ya no lo puedo ver así…claro, vos porque no lo pariste…decía la mujer, colmando una cuchara con un líquido rojizo mientras se arrodillaba para darle de beber al enfermo, lo cual era imposible ya que la medicina se derramaba parte en el piso y parte por toda la cara del enfermo.

El sonido acostumbrado del Nextel marca mi ritmo de trabajo. Nuevo mensaje: Potosí 321, casa, femenina 54, control clínico. Era lo habitual, tocar el timbre y esperar. Normalmente acude algún familiar o a veces el mismo paciente. Siempre lo mismo. Buen día. Que tal de ida y vuelta. De ahí al interrogatorio y después a un escueto examen físico. Prescripción, indicaciones, certificado de reposo laboral y nuevamente a la calle, a un húmedo día de verano o a un soleado día de otoño.
Buenos días. Buenos. Adelante, es al fondo. Me recibió un hombre que tenía la mano derecha tratando de ocultar su cicatriz labial. Labio leporino, pensé. Federico siguió caminando, hasta encontrarse al final del pasillo, con una puerta entreabierta, pase Doctor, mi esposa lo está esperando…

Continuará

viernes, 13 de julio de 2012


Voz y guitarra

By Pseudomona

Hace ya un tiempo que no la abrazaba, tanto que seguramente esta noche se sintió un poco sorprendida. Pude percibir cómo se estremecía cuando apenas logré tocarla. Mi fiel amiga. La saqué al fin del fondo gris de su propia espera y mis manos fluyeron el reencuentro cual mariposas sobre su lomo arqueado. 

Tres deditos aquí, dos allá…su cuerpo y mi alma se enlazan en una suave resonancia que logra convertir mi voz en algo parecido a una canción o quizás más bien a un pájaro de la noche, que fugaz se aleja hasta perderse en la obscuridad completa por la rendija que existe en el cielo infinito del Quinto B...

Mi voz en vuelo
Mis cabellos
Mi pecho
Mujer como la noche
Mis ojos
Mis caderas
Prosa y melodía
Al llegar la madrugada.

jueves, 12 de julio de 2012


Tu lado derecho

By Pseudomona


El es de estar serio
Pero a la vez gracioso
Puede estar callado
Y decir mil cosas
Con sólo estar mirando

Es muy dulce
No sabe evitarlo
Aunque él prefiera
Que vos no puedas
Enterarte siquiera

Hay tanto
Que pudieras decir
Pero mejor esperar
Hasta volverlo a ver
Y…otra vez a sentir.

miércoles, 11 de julio de 2012


Momentos y situaciones

By Pseudomona

Siete de la mañana: Lindo

En la esquina de Las Heras y Pueyrredón existe un pequeño París, que tiene una luna sonriente aún cuando está partida y a medias alumbra. En sólo unos minutos saldrá el sol y ella se maquilla para darle la bienvenida. 

Casi al medio día: Triste

Un aviso viejo pegado en un poste en pleno barrio de Almagro: Kaiser se extravió el 14 de abril a eso de las 10 de la noche, en Sarmiento y Medrano, justo en la puerta de casa. Sabemos que no tiene collar porque lo encontramos tirado una cuadra más adelante. Es grande, negro, rastas en la parte trasera de la espalda, tiene 10 años pero aparenta menos, ojos mansos, es juguetón y muy cariñoso. Si Usted lo vio o lo tiene en su poder, por favor devuélvalo, en casa se lo extraña mucho…

Al comenzar la tarde: Prisa

Unos bocaditos de galleta con una mano mientras que con la otra se revisan los mails y se preparan las cosas para llegar a tiempo al trabajo. Prisa, prisa…recién estamos a mitad de jornada.


martes, 10 de julio de 2012


Cavilaciones de un día feriado

By Pseudomona

¿Hay algo que condicione a algunas personas para vivir siempre queriendo cumplir algún objetivo? ¿Que no podamos pensar un poco en desviarnos de ése camino invisible, que nosotros mismos nos trazamos y una fuerza sobrenatural nos obliga a cumplirlos?
No lo sé, francamente. Pareciera que ése deseo fuera inherente a uno mismo y que convive con nosotros desde siempre, quizás vinimos con él o se fue formando con todas las experiencias que tuvimos a lo largo de nuestra vida, incluso cuando niños, o no. ¡Quien sabe!
No creo que nadie pueda venir a éste planeta con una especie de disco colocado en la cabeza, que después le vaya dictando aquello que debe hacer y lo que no (Ja, ja sucedió en Matrix, lo sé) Pero no, no creo que funcione de ésa manera.
Entonces, ¿Por qué nos es difícil levantar las alas y volar lejos de la seguridad de un buen trabajo, una buena compañía o incluso alguna que otra alegría material?
Y que pasaría si de pronto me despertase un día y decidiera mandar todo al demonio y marcharme con una mochila al hombro y todos los sueños hechos comida, partir hacia lo intangible, dígase desconocido, irme a recorrer el mundo hacia una verdadera aventura…¡Quien sabe con qué me encontraría! Quizás todo eso requiere valentía, y tal vez allí radica todo. Encontrar el valor para comenzar nuevamente, en otro lugar, perderse completamente para después…encontrarse.

¿Entonces es cobarde quedarse en el mismo lugar? Siguiendo la rutina que quién sabe porqué cumplimos de principio a fin. O más bien es valiente quedarse y trabajar duro para cumplir los sueños aquí y ahora, sin esperar nada más allá ¿Qué piensan ustedes?

 Pink Doggy With Long Ears no estuvo bebiendo
 mientras escribía éstas notas. Just in case.

lunes, 9 de julio de 2012


Pas de Deux
(Segunda Parte)

By Pseudomona

Haciendo nuevos amigos en la primera fila, asiento diecinueve del Teatro Coliseo. Las señoras han venido con ramos de flores para la primera bailarina y los señores visten trajes elegantísimos y tienen preparados los: “Brava”, “Magnifique”, “Bravi”, etc.
Les parece muy curioso que yo no haya traído nada y que no sea periodista, ni crítica, pero me conozca de memoria desde el primero al último acto. Que sea tan sólo una chica, que viene a ver en persona a aquella delicada bailarina venida desde Kiev y que ya conoció siendo niña. Obvio que no lo digo, podría parecer muy raro…es muy raro, lo sé.
El negro telón se abre y adivinen quien aparece, si, nada menos que Don Quijote, sobrio y altísimo tal cual lo describiera Cervantes, tan flaco es que podría partirse allí mismo…luego en medio de piruetas y metidas de pata, entra el siempre amado Sancho Panza…tendría que poseer un arte descriptivo poco usual para narrar en palabras lo que sólo se puede sentir en el alma, como no tengo ni la pericia ni el talento voy a dejar que ustedes se lo imaginen.
Desfilaron las mozas, los toreros, las gitanas...y entre sedas y organzas de colores el tiempo se pasó volando en un acto y el otro. No tengo voz ni tengo brazos y casi no me alcanza el aliento…una que otra lágrima rebelde se me escapa de los ojos, me pasa siempre que observo algo bello…qué le voy a hacer, al fin y al cabo soy sólo una mujer.
Sublime la llegada de ellos dos que bailan tan sincronizados…armonizados, mientras el da un paso ella hace un giro, mientras él la mira, ella sonríe, van de la mano danzando, girando, soñando…es el Pas de Deux que relata el amor entre un hombre y una mujer despojados de todo convencionalismo, de las experiencias pasadas buenas y malas, que juntos se entregan cual si estuvieran desnudos, son sólo un hombre y una mujer que después de tantas contrariedades siguen más juntos que nunca, sin nada que temerle al futuro pues tienen la certeza de donde está uno estará el otro.

Así lo entiendo y siento un nudo en el corazón porque me doy cuenta que el amor es eso: estar sincronizados…los dos, bailar al mismo tiempo ¡Bravo! ¡Bravísimo!

domingo, 8 de julio de 2012


De días e ilusiones

By Pseudomona

Los días viajan
Con sus veinticuatro horas
Aquí y más allá
Silbando van con prisa
Prontamente bulliciosas
Porque les gusta
Sentirse un poco reinas
Aunque nimbo no tengan

Las ilusiones en cambio
Están de nuestro lado
Y felices llegan a cualquier rato
Transitan silentes
Pues trabajan sin horario
Aunque el frío invierno
Por lo común suele
Demorarlas un poco :)

sábado, 7 de julio de 2012


Pas de Deux
(Primera Parte)

By Pseudomona

Uno de los mejores recuerdos de mi niñez vendría a ser sin duda la pequeña biblioteca de mi padre, con libros de segunda mano que solía comprar a escondidas porque ése tiempo en nuestra casa apenas se alcanzaba para llenar la olla familiar, pero él también pensaba que en medio de la pobreza se debía alimentar el alma. Un día llegó todo alborotado y me llevó corriendo de la mano hasta la biblioteca municipal donde se había instalado una larga fila porque estaban regalando unos ejemplares pasados de una revista soviética: Sputnik, sí, como el primer satélite que fué lanzado a la órbita ¡Que encima venía escrita en español!
Valió la pena la espera, porque al final del día volvimos a casa con dos cajas llenas de lo que sería nuestro tesoro pues, para quien no la conoció se trataba de una similar a la famosa Selecciones, pero traía todas las noticias de lo que pasaba aquel tiempo en la desparecida Unión Soviética además de deliciosas secciones de literatura, cine, ajedrez, medicina, fotografía, danza… y en cada número nos mostraba un recorrido por las principales ciudades de aquella bellísima región. Era toda una aventura luego de volver del colegio pasar la tarde leyendo una y otra vez aquellos ejemplares maravillosos y sentir que a pesar de no haber salido aún de la casa materna yo había viajado hasta Leningrado, Moscú o Kiev, la ciudad que ya visité en mis sueños.

Por eso el otro día, mientras venía pensativa, no pude evitar detenerme en la esquina de Austria y Melo donde habían puesto un gran cartel que decía: Gran Ballet Nacional de Kiev interpretará Don Quijote. Y  en medio del diseño estaba una hermosísima bailarina con el mismo delicado vestido colorado que yo tanto había querido y me miraba cómplice como salida directamente de la revista Sputnik.

Continuará

viernes, 6 de julio de 2012


Weich

By Pseudomona

Hoy vi a un canguro
Descansando en una nube
Tan suave era que sus orejas
Parecían dos algodones
Me miró sorprendido
Al saberse descubierto
Que de inmediato partió
Saltando como un conejo
Yo, por un momento
Quise gritarle: ¡Espere!
No se vaya señor canguro
Lléveme con Usted
Al otro lado del mundo.

jueves, 5 de julio de 2012


Gira la cuchara

By Pseudomona

Es constante el frío en la desierta calle del alma. Calle que es tan larga, extiende sus alas y abreva en la dócil marea de tu mirada. Un aroma a manzana, cardamomo y canela flota sutil como un suspiro, endulzando meloso el té de la mañana. Galopantes llegan a mí una a una las letras que después yo mezclo con una cuchara. Y entre el té, el frío y la mañana, pienso:

Si las caricias fueran canciones
Tomarían forma de balada
Un beso anhelado
Vendría a ser una romanza
Un íntimo abrazo
Se convertiría seguro en un huayño.

miércoles, 4 de julio de 2012


Autopsia
(Segunda parte)

By Pseudomona

Veo caer la llovizna detrás del viejo cristal de la sala de estar asignada a los médicos legistas. Afuera en el patio trasero de la morgue Judicial puedo observar el constante ir venir de las ambulancias aunque sin prisa porque a éstas instancias sólo arriban los casos que no apuran para nada. Pienso un poco y reparo que hoy es día de lluvia…mal presagio para la gente que trabaja con cuerpos sin vida, porque así como en los días de luna llena se suceden más alumbramientos, pasa que en los de lluvia suelen haber más fallecimientos, la mayor parte de las veces en condiciones violentas como en éste caso.

Minutos más tarde, hago el recorrido habitual a la sala de autopsias donde ya me espera mi querido profesor Héctor Vásquez Fanego envuelto en su uniforme de trabajo y presto a comenzar la tarea diaria.
Sobre la mesa, debidamente ubicado está el cadáver de un hombre joven a quien ya se le retiraron todas las tenencias personales. Se puede observar claramente, por las lesiones que le fueron infringidas la causa casi instantánea de la muerte pues varios oscuros orificios ingresan por su hipocondrio izquierdo.
-          Adivine, Usted que es buena mi querida discípula, dice mi maestro con toda la seriedad que le caracteriza. ¿Cuál será la causa de la muerte?
-          Por cómo están ubicadas las heridas se podría decir que seguramente la muerte fue secundaria a un shock hipovolémico y…
-          No, no, no. Olvídese por un momento de la clínica. A ver inténtelo de nuevo, con más ganas.
-          El bazo.
-          No esperaba menos. Si, se podría decir que anatómicamente correspondería a una lesión del bazo. Pero ésta vez se equivoca, la causa de la muerte es la pereza mi querida, la pereza.
-          ¿La pereza?
-          Sí, como todos los otros pecados la pereza puede resultar peligrosa, afirma mirándome misterioso como desafiándome a que lo interrogue, porque aparte de enseñarme Tanatología gustaba de darme alguna que otra lección de filosofía popular de vida. Yo que lo conocía tan bien, entonces digo, segura de que él ya sabe las circunstancias del hecho.
-     Vamos, déle cuénteme.
-          Varón, 28 años, nombre: lo llamaremos mmm M, el señor M, trabajo: ninguno, bueno corrijo: le gustaba adueñarse de lo ajeno. La historia comenzó esta mañana cuando quiso asaltar un consultorio odontológico al cual ingresó haciéndose pasar por un paciente y una vez en el lugar, sacó un arma que ni siquiera tenía balas, se podrá Usted imaginar el grado de pereza que carcomía su cerebro, para amenazar a nada menos que un experto cazador, que aparte era odontólogo por supuesto, y justo tenía, contrariamente a lo que su mujer deseara un revólver guardado en su caja fuerte. Y bueno, se podrá imaginar mi niña que en un santiamén a nuestro pobre occiso le pasó lo que Usted decía, eso…lo del shock hipovolémico.

Aún ahora que ya pasaron varios años y mi maestro no se encuentra más…cada vez que pienso en la pereza, no puedo negar que le tengo un poco de miedo porque ya vi lo mortal que puede llegar a ser.

martes, 3 de julio de 2012


Martes de mañana

By Pseudomona

La noche agotada apenas se termina, pero el día se levanta puntual como todas las veces de lunes a viernes. Crecer de golpe tiene sus consecuencias, vos ya lo sabes, es lo que manda la vida que con los años deben llegar las responsabilidades.
Con los ojos aún pegados de tanto sueño apenas puedes vislumbrar la escasa claridad que se cuela por tu ventana, quisieras quedarte un poco más metida entre Morfeo y las sábanas, en tu despoblado departamento de Las Heras.
Es inevitable salir de la ducha aún con el pelo mojado y pensar que lo mejor que puede pasarte a éstas horas es ponerte a bailar, pues Sheena Easton suena en la radio y en su Morning Train ya te puedes ir a trabajar.

Qué buena puede resultar una canción como ésta al comenzar el día, sí: My baby takes the morning train, he works from nine till five and then, la la la la...

lunes, 2 de julio de 2012


Dos en Julio

By Pseudomona


Todas las ventanas se abren a su paso
Todas las parejas van despacio de la mano
Todos los sueños se hacen deseos
Que pueden llegar a cumplirse
Si tenemos la suerte de tenerlo presente
Entre nosotros dos
A él que agridulce parece
Pero francamente resulta imprescindible

Si alguna vez lo sentiste
Podés saber de lo que estoy hablando.


domingo, 1 de julio de 2012


Sólo el sol no tiene edad

By Pseudomona


Parada estoy
En la esquina de mi vida
Observo mis memorias
Cual si fueran aristas
Hasta mis manos
Han cambiado año tras año
No dejaron de ser infantiles
Pero se les nota el cansancio
Mi pelo también
Un poco se ha entristecido
Y de pronto tiene
Un tinte blanquecino
La cara de ingenuidad
Se ha ido irremediable
Ha desaparecido.


sábado, 30 de junio de 2012


Medianoche

By Pseudomona

La misma canción
Suena mil veces y una
Como si hubiera sido escrita
Pensando en nosotros

Yo que cuando estoy sin vos
Me quedo sin sombra
  No puedo evitar
Girar al ritmo de tu música.