Pas de Deux
(Segunda
Parte)
By Pseudomona
Haciendo
nuevos amigos en la primera fila, asiento diecinueve del Teatro Coliseo. Las
señoras han venido con ramos de flores para la primera bailarina y los señores
visten trajes elegantísimos y tienen preparados los: “Brava”, “Magnifique”,
“Bravi”, etc.
Les parece muy
curioso que yo no haya traído nada y que no sea periodista, ni crítica, pero me
conozca de memoria desde el primero al último acto. Que sea tan sólo una chica,
que viene a ver en persona a aquella delicada bailarina venida desde Kiev y que
ya conoció siendo niña. Obvio que no lo digo, podría parecer muy raro…es muy
raro, lo sé.
El negro
telón se abre y adivinen quien aparece, si, nada menos que Don Quijote, sobrio
y altísimo tal cual lo describiera Cervantes, tan flaco es que podría partirse
allí mismo…luego en medio de piruetas y metidas de pata, entra el siempre amado
Sancho Panza…tendría que poseer un arte descriptivo poco usual para narrar en
palabras lo que sólo se puede sentir en el alma, como no tengo ni la pericia ni
el talento voy a dejar que ustedes se lo imaginen.
Desfilaron las mozas, los toreros, las gitanas...y entre sedas y organzas de colores el tiempo
se pasó volando en un acto y el otro. No tengo voz ni tengo brazos y casi no me alcanza el aliento…una que otra lágrima rebelde se me
escapa de los ojos, me pasa siempre que observo algo bello…qué le voy a hacer,
al fin y al cabo soy sólo una mujer.
Sublime la
llegada de ellos dos que bailan tan sincronizados…armonizados, mientras el da
un paso ella hace un giro, mientras él la mira, ella sonríe, van de la mano
danzando, girando, soñando…es el Pas de
Deux que relata el amor entre un hombre y una mujer despojados de todo
convencionalismo, de las experiencias pasadas buenas y malas, que juntos se
entregan cual si estuvieran desnudos, son sólo un hombre y una mujer que
después de tantas contrariedades siguen más juntos que nunca, sin nada que
temerle al futuro pues tienen la certeza de donde está uno estará el otro.
Así lo
entiendo y siento un nudo en el corazón porque me doy cuenta que el amor es eso:
estar sincronizados…los dos, bailar al mismo tiempo ¡Bravo! ¡Bravísimo!