Translate

miércoles, 18 de abril de 2012


Rutina

By Pseudomona

Apenas pongo un pie fuera de la cama con los ojos medio despiertos todavía, pienso que el día va a mejorar después de un tazón de café con leche y unas medialunas. ¡Vamos, arriba! 
Rápidamente me pongo lo primero que encuentro, una colita en el pelo y con un largo bostezo llego a la esquina de todos mis días, donde todos saben lo que voy a ordenar y hasta la mesa que voy a ocupar: Café Martínez.
Mientras aún estoy con mi amigo Morfeo, me doy de golpe con un letrero que dice: “Cerrado por falta de agua, disculpe las molestias”. 
¡Qué problema! Hoy no habrá desayuno, o sí, si decido ir a otro lugar, bueno que así sea, cualquier cosa por no volver a casa y hacer mi propio café.
Vamos, probemos el que está en la otra esquina, unos cien metros más y entro. ¡Qué concurrido! A buscar una mesita alejada, sin ruido.

-          Buen día, señora.
-          (Uy, me dijo señora) ¡Hola! Un tazón de campo y…
-          Tazón no tenemos.
-          Bueno, un café con leche y…
-          Ok, café con leche ¿Mitad y mitad?
-          ¿Cómo?
-          Mitad y mitad.
-          No sé, como sale el café con leche…
-          Normal, entonces
-          Si, normal…
-          ¿Algo más?
-          Tres medialunas
-          Sí, tres. ¿De qué?
-          ¿Cómo de qué? Medialunas…
-          ¿De manteca o de grasa?
-          ¡Ah! De manteca...
-          ¿Algo más Señora?
-          (Ahí vamos otra vez) Agua por favor…
-          ¿Con gas o sin gas?
-          Sin gas por supuesto, agua…normal, muchas gracias.
-          Ok agua, hoy tenemos una oferta, Ud. sabe, pancitos con queso, seguro le gustan…
-          No, en el desayuno, no, muchas gracias…

Y me pongo a leer el diario.

-          Son muy ricos, ¿Sabe? Debería probarlos.

Y me mira, con su carita inquisidora…

-          Bueno, con pancitos de queso.
-          ¿Cuántos?
-          ¿Cómo cuántos?
-          Pueden ser seis o quizás doce. ¿No sabe Ud, acaso?
-          ¡Oh! Entonces seis pancitos, gracias.
-          Ok, ahí vuelvo, Señora.
  
Espero que mañana vuelva el agua al café de todos mis días, sino no sabré que hacer, o sí, hacer mi propio café con leche.