La cita
By Pseudomona
Los sábados
al mediodía casi siempre dejo el celular en casa, me dirijo a la arbolada avenida
del Barrio Parque, llevo el pelo recogido, un sencillo vestido y voy a una cita
conmigo misma. Bastante tengo en la semana que trajinar día a día que tengo
reservado éste tiempo sólo para mí y lo que se me ocurra por la cabeza.
Un día
soleado como hoy nos sorprende, al parecer el verano ha extrañado tanto a la
ciudad y ha querido volver en un fin de semana largo. Todos se han volcado de
nuevo a las calles, paseos de a pie o en bicicleta, solos, en pareja o familias
enteras, Buenos Aires se ve despejada y contenta como cuando todavía era
enero, será por eso que el restaurante está colmado pero no importa, siempre
encontrarán algo para mí y hoy se me ofrece un Chardonnay en la barra cortesía
de la casa mientras me hacen un lugar en el patio, al lado del hermoso cañaveral
que tanto me gusta.
No tengo
que pensar mucho a la hora de ordenar, eso de antemano lo presiento: ensalada Nordique con hojas verdes, tomatitos cherry, salmón ahumado, panecillos con semillas de girasol y queso crema. Para el postre una torta tibia de manzana y helado de vainilla. Después
un cortado con esos pequeñísimos biscochitos de chocolate. Sí.
Debe
resultar raro para todos que una chica esté sola a la hora del almuerzo, cada
tanto algún curioso se acerca para preguntármelo, yo sólo me limito a sonreír, para
mí es un verdadero placer cada bocado, disfrutando de mi propia compañía.