El callejón con nombre
de mujer
By Pseudomona
Pequeñas
piedras geométricamente amoldadas se ubican bajo mis pies y permiten que un
poco sueñe que de pronto me fui al pasado, cuando el escritor que pensaba en la
existencia de un jardín cuyos senderos se bifurcan hacia el infinito aún visitaba
este lugar, hace tantos años pues de hecho lo conocí siguiendo su historia. Tan
escondido está en medio de las calles de Recoleta que sólo puede llegar aquel
que se pierde o de pronto se encuentra. Cien metros de largo y casitas de un
piso o dos, pero eso sí un bar legendario con un nombre parecido al mío o al de
ella, mujer al fin como mi entrañable amiga.
Ojala fuera
un mejor motivo el que hoy nos juntara, pero la vida está llena a diario de
bienvenidas y adioses. Menos mal que toca una banda que por un rato también nos
hace disolver la hiel de la tristeza en una canción y un vaso de cerveza,
volvemos a sonreír y olvidamos.