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miércoles, 7 de marzo de 2012


La alegría es femenina

By Pseudomona

Yo, por mi horario laboral casi nunca consigo llegar a tiempo, ellas que ya lo saben están sentadas esperando, allá en La Bibliotequè. Llego silenciosamente y observo de reojo desde la puerta, están las dos tan lindas hablando y de a ratos mirando el reloj.
Ésta vez me tardé mucho más de lo habitual y ellas ya se habían comido una tabla de terrinas y otra de quesos. Mariana que no bebe alcohol estaba empinando un gran vaso de agua mientras que Anita que comparte conmigo el placer de libar las bebidas que requieren un poco de destilación había ordenado una cerveza. ¡Chicas! Perdón por la demora. Ellas no me dan ni un solo reproche, me reciben contentas entre risas y abrazos cariñosos, no dejamos de darnos también muchos besos, de ésos que son propios de las mujeres.
Entonces comenzamos a hablar las tres al mismo tiempo, muy rápido como si se nos escapara la noche nos contamos de todo menos de trabajo, cómo va la casa, nuestras otras amigas, gozos y desconsuelos, después reír tanto que no podemos parar y nos duele hasta la prensa abdominal. De tanto bullicio en éste riguroso lugar hemos llamado la atención de los señores de la mesa de al lado, mejor paramos un poco. ¿No?
Traigo un apetito terrible que debe acompañarse siempre con un buen vino blanco, por ello pido la infaltable botella de aquel almibarado, otra tabla de quesos y otra de panes, el maître me mira asombrado y yo añado: ¡Ah! por favor también una botella de agua mineral sin gas.

Hacemos un brindis por la amistad, Ana quiere también por el amor, bueno también por el amor, es irremediable qué se le va a hacer. Entonces nos habla del nuevo libro que está terminando de leer que habla de la fuerza positiva que las personas deberían mantener y nosotras queremos que lo lea rápido para que después nos lo preste. Mariana ahora nos cuenta las aventuras de su último viaje por Europa y nos da estrictas recomendaciones sobre donde beber el mejor café en Roma o comer el mejor pastel en Londres y además muestra fotos que había sacado con su teléfono portátil. Simplemente delicioso.