Quince segundos
By Pseudomona
Despiertas
cual si fuera un espejismo en un lugar que no es tu despoblado departamento,
sino una preciosa estancia que sin duda tiene de todo y hasta lo que nunca creíste
apreciar: la posibilidad de observar cómo se sosiega el río mientras se entrega
al mar y el sol que los mira envidioso desde el otro lado del cielo.
Más de lo
que pudieras conjeturar, aunque como sos una simple mortal pensás que sería
perfecto si también tuviera el cálido abrigo de tu hogar. Quizás por eso no
quieres desayunar en el piso 25 donde todo está dispuesto con múltiples
detalles que sin duda te hacen creer que no sos vos, sino una princesa de un
cuento de hadas que ha llegado de visita.
Abriguito
rojo nos vamos para afuera, sólo te basta con tu pequeña computadora que
también está deseosa de transitar alguna red extraña, por ello sales de prisa
como quien escapa de una noche de ensueño en busca de un lugar tradicional en
Montevideo.
¡No lo
puedes creer! El piso está inundado de guardias sigilosos por todos lados y es
que también se ha hospedado una joven cantante a quien se ve que los
adolescentes del mundo adoran.
No importa,
bastará sortear todo esto y una vez afuera será otro cuento. Mal cálculo ¡El
hotel está rodeado! Cientos de fans por todos lados y vos dices que debe tratarse de una broma y la idea de un lindo descanso, al menos por un momento tendrás que dejarlo
para otro rato.
Salir por
la puerta del segundo subsuelo no es una buena opción pues todas están cercadas,
ni modo tendrás que volver a la planta baja: la puerta principal y salir de
cara a las niñas que gritan: ¡Te queremos! ¡Te queremos!
Y vos te
reís, pues te sacan muchísimas fotos, cuando vos sabes que simplemente sos una turista en el sitio equivocado.