Chip
Hoy por la tarde caminaba por el
parque cuando una ardilla cruzó corriendo el césped intentando treparse a un
árbol. Yo enseguida me acordé de Chip y Dale, de mis hermanos, de cuando éramos niños. Una
emoción inesperada me vino de golpe con ésos recuerdos y sin pensarlo grité: ¡Ey
Chip! La ardilla detuvo su marcha, dió vuelta la cabeza en dirección a mí y
me miró fijamente con sus ojos avellanas. Entonces continué: ¿Eres tú, Chip?... Y era.