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martes, 28 de febrero de 2012


Sábado 21 horas

By Pseudomona

Afuera el viento quiere remover las paredes, los árboles golpean a la lluvia ferozmente con sus hojas y ésta se desata enojada sobre el parque. Mal día para reunión de amigos.
Ella y yo traemos el cabello revuelto los vestidos empapados, vamos cargadas de cosas y obviamente llevamos media docena de Stellas y CDs varios por si acaso bailamos. El nos espera bien preparado, ya ha pelado las papas y cortado bien las rabas, qué gusto volver a juntarnos. Nos abrazamos ¡Hace tanto tiempo!
¿Un poco de cerveza? Claro, nos sentamos en la mesa de la cocina. Ella, Camila está bien contenta, comienza a hablar presurosa poniéndonos al tanto de las últimas novedades que el amor le ha traído. Tamara arriba enseguida y viene con una espectacular cámara para guardar nuestro encuentro.
¡Qué rica la comida! Pruebo primero las rabas, después las papas fritas a la provenzal que realmente están deliciosas. ¡Cómo me gusta el orégano fresco! Mientras escuchamos música, hablamos de nuestras familias, nuestros problemas, fugaces alegrías y también hacemos planes. ¿Qué tal un viaje a Tandil durante el fin de semana? Sería fantástico, que buena idea, vamos todos juntos y además llamemos a Daniel, Nadia y al Ruso, que ya habrán vuelto de sus vacaciones y seguro vendrían contentos, así completos todo sería tan divertido.
El, Gustavo sorprende al momento del postre con riquísimos chocolates que escogió para nosotras en su viaje al fin del mundo donde recientemente ha estado. Y nos muestra fotos de Ushuaia que nos dejan asombradas, tanta belleza junta no puede caber en un solo lado.
Camila ahora nos cuenta de su árbol genealógico, entre todos la cargamos con bromas porque de tan grande que es, resulta que ya no parece ser un simple árbol sino un bosque frondoso y nos reímos a carcajadas. Tamara dice algo así como que es bueno tener una relación tranquila, pero que a veces también es bueno que el otro demuestre algo de celos para hacer más interesante una relación ¿Que opinan los demás? Y diversas opiniones se desparraman sobre la mesa.
Suena un buen Blues contagioso que endulza más el vino que ha sido traído especialmente para la ocasión desde el norte Argentino en un viaje de paseo y así la noche sigue, entre bromas, anécdotas y cosas queridas.

Qué bueno enterarse que una tiene tan buenos amigos, que puede contar con ellos y que además cocinan tan bien que pienso, feliz de mí que no puedo hacer nada, ni siquiera hervir bien el agua.