Viajar es soñar
Señores pasajeros muy buenas noches, les habla Ratzenberger,
el comandante. La tripulación y yo queremos agradecerles que hayan elegido
volar con nosotros y como muestra de gratitud les vamos a ofrecer una sorpresa.
Estamos volando un Boeing 880 por primera vez en un vuelo comercial. Les
rogamos que se abrochen bien los cinturones de seguridad, que en unos minutos
vamos a volar 10 millas más alto, procederemos a despejar todo el techo del
avión y ustedes podrán disfrutar de un espectáculo nunca antes visto.
Dicho y hecho. El Comandante, que se nota le encanta
Cold Play, pone a tocar A Sky Full Of Stars por los altavoces mientras que lentamente
las láminas metálicas del techo se van haciendo a los costados y a través de la
gruesa capa de vidrio templado el avión va avanzando más cerca de las estrellas
que nunca y es ahí que volando pasan unos animales rarísimos pero mansos que
como hechizados acompañan la trayectoria del avión, seguro que habremos llamado
la atención con todas las luces destellantes de la cabina y los flashes de las
cámaras fotográficas de los pasajeros. Hay de todo! Un león alado que tiene una
melena larga como mi cabello antes de haber sido cortado, bigotes de batracio y
garras de chocolate, una gran foca de color rosa que se mueve con la propulsión
que le brinda su cola y pasa de prisa persiguiendo al arco iris que se ha hecho
pelota, pero de todos, al lado nuestro bien pacífica vuela una gigantesca
ballena, que calculo será del mismo tamaño del Boeing, pasamos tan cerca de
ella que me puedo ver reflejada en uno de sus ojos, ella está tan sorprendida
que no lo puede creer, que los abre y los cierra una y otra vez y no puede
evitar lanzar miles de luciérnagas por sus espiráculos, éstas van volando lejos
hasta hacerse estrellas…
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Señorita, señorita! Me deja pasar por favor que quiero
ir al baño?