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martes, 27 de abril de 2021

 

El pulpo ganador del Oscar

El regalo que el equipo de Craig Foster nos hizo es impagable. No sólo nos abrió una rendija a las profundidades del bosque acuático como yo jamás había visto, sino que nos hizo conocer a aquel ser entrañable que vivió allá abajo, cuya corta e inspiradora vida, supera de sobremanera a la que muchos de nosotros llevamos. Ése animal extraordinario llamado Octopus Vulgaris, que de vulgar no tiene absolutamente nada, consigue colarse en cada fibra del alma. Caminando en dos patas si se le antoja, navegando como un pez manta o partiendo veloz como una saeta bajo el agua. Ni hablar de su ingenuidad y confianza, ¡mira que alcanzarle unos de sus tentáculos nada menos que a un ser humano! Su increíble capacidad para mimetizarse le deja a uno boquiabierto y si de cambiar de colores se trata él es un maestro, por ello duele tanto, cuando herido por aquel tiburón pijama, se quedara tan blanquito, temblando como un pequeño fantasma, atisbando desprotegido por la rendija de sus tiernos ojillos. Completamente indefenso, herido y con un tentáculo menos, cualquiera pensaría: le ha llegado el fin. Pero él es un luchador nato, un valiente, capaz de curarse sólo y no sólo ésto: su cuerpo es capaz de re-ge-ne-rar-se. ¡Sí, en pocas semanas primero un muñón y luego un nuevo tentáculo! Después volver a jugar con los peces como si nada hubiera pasado. Ésto, de verlo agitar sus tentáculos (cual si fuera un niño travieso espantando a las palomas) y observar como el cardumen iba de un lado a otro desorientado, me hizo creer en la existencia de una alegría a otro nivel: una alegría plenamente pulpil. Pero si a la primera el tiburón pudo arrancarle un brazo, a la segunda nuestro amigo ya está preparado, es tan inteligente que sabiendo que aquel no podrá retorcerse sobre sí mismo para alcanzarlo, se sube a su lomo y vá montando en su depredador como si fuera un jinete y aquel otro, un manso caballo. ¿Habían visto Uds. semejante muestra de ingenio y valentía? Yo lo recordaré así, me imaginaré que sigue viviendo allá abajo, porque es imposible que ya no esté, seguro que aún estará allí, sólo que no logramos verlo pues se habrá camuflado bien, para despistarnos.

En abril del 2021 el Oscar al mejor largometraje documental fue para: My Octopus Teacher (Pippa Ehrlich, James Reed y Craig Foster). ¡Bravo, bravísimo!