Translate

sábado, 18 de febrero de 2023

Entre animales

A la gallinita le salía un hilito de sangre por el piquito, cuando mi hermano al fin, después de tanto forcejeo, consiguió que la Pelusa y el Beethoven (Beto), la soltaran. A ella, a la gallinita, le bastó sentirse a salvo para estirar su mansa pata enseguida. Mi papá y yo nos quedamos secos en medio del patio. Sobre todo mi papá.

Él y mi hermano habían comprado juntos, días antes, a la parejita: un gallito blanco (bautizado Catalán) y su gallinita gris, que según contara después mi hermano, tenía en vida un ojito tuerto. A mi papá se le había fijado una idea en la cabeza, de que sería lindo tener un gallito en casa, para que cantara al alba, como en el campo. Pero el hombre, quien vendía aquellos animalitos, se había negado a hacerlo por separado: porque un gallito sólo, se muere de pena, una gallinita, también.  


Continuará...