La vida de los personajes secundarios
Hay un cuento del escritor Ring
Lardner titulado “Campeón”, que hoy encontré, casi por casualidad, mientras
ojeaba un ejemplar (ya sin cubiertas) de “Obras maestras del cuento
norteamericano” publicado el año 1976. En sus, digamos, apenas veinte páginas
nos muestra la más real, cruda y doliente (profundamente) caracterización de la
condición humana. Y aunque no es raro en mí, pero ésta vez con más intensidad
que otras, este cuento me hizo (aún me hace) como nunca pensar en las figuras
que rodean y sin poder evitarlo son víctimas del personaje principal: el
hermanito, la madre, la novia (después esposa abandonada), su hijito desnutrido,
etc. Si bien, como en todos los relatos, aquí también se teje el hilo de vida
del Campeón, uno no deja (no puede dejar) de ponerse a pensar qué será lo que
les termina pasando a los otros. ¿Será que a la esposa le habrá cambiado la
suerte? Se me ocurre que quizás haya encontrado otro trabajo o que al menos le
hayan dado un aumento (corrían tiempos de verdad malos), o se decidió contratar
un abogado y demandó al Campeón (ésta posibilidad es más improbable dado que
los abogados han sido siempre caros) resultando así que pudo alimentar a su
hijo, y no tuvo que seguir pidiendo a que se le devuelvan los 36 dólares que
cuando novios le había prestado...
Y así, mientras estaba tratando de dotar
hipotéticas y variadas existencias a los otros personajes, no pude evitar
preguntarme (lo cual me llenó de miedo, más que de preocupación) ¿Qué tipo de
personaje seré yo? ¿O Usted? Para que se me entienda mejor, al final, cuando nuestra
historia acabe (muerte=finito), ¿se contará nuestra vida?, o permaneceremos silenciosos
e incompletos a la orilla de alguien más interesante que nosotros. Y no le
importaremos más que, a quien durante los sábados por la noche se dedica a leer
ejemplares (de hojas un tanto cansadas) en los estantes de una biblioteca
pública.